lunes, 28 de diciembre de 2009

SACRIFICIO

En éste blog haré referencia de manera superficial sin entrar en grandes rasgos psicológicos para que la persona que lo lea se entere sin muchas complicaciones sobre algunos conceptos que los humanos deberíamos tener, esas palabras que a veces hemos oído pero que en el fondo no nos hemos puesto a analizar su verdadero significado, por eso voy a poner aquí esos conceptos para comprenderlos y hacer que nos autoanalicemos nosotros mismos si realmente practicamos ese significado de esas palabras, así que sin más preámbulos vamos a comenzar, veréis que he puesto en negrita la esencia de cada definición, la que hace que realmente se cumpla el significado y que muchos no cumplimos en nuestro vivir de cada día.

 

SACRIFICIO

 

"Siempre es posible hacer un esfuerzo extra para alcanzar una meta"

El valor del sacrificio es aquel esfuerzo extraordinario para alcanzar un beneficio mayor, venciendo los propios gustos, intereses y comodidad.

Debemos tener en mente que el sacrificio es un valor muy importante para superarnos en nuestra vida por la fuerza que imprime en nuestro carácter. Compromiso, perseverancia, optimismo, superación y servicio, son algunos de los valores que se perfeccionan a un mismo tiempo, por eso, el sacrificio no es un valor que sugiere sufrimiento y castigo, sino una fuente de crecimiento personal.

El verdadero valor del sacrificio consiste en sobrellevar algunas situaciones intentando poner buena cara, sin quejas ni remilgos. El espíritu de sacrificio no se logra con las buenas intenciones, se desarrolla haciendo pequeños esfuerzos. Todo aquello que vale la pena requiere de sacrificio, pues querer encontrar caminos fáciles para todo, sólo existe en la mente de personas con pocas aspiraciones. Quien vive el valor del sacrificio, va por un camino de constante superación, haciendo el bien en todo lugar donde se encuentre.

 

COMPROMISO

 

"Comprometerse va más allá de cumplir con una obligación, es poner en juego nuestras capacidades para sacar adelante todo aquello que se nos ha confiado."

Una persona comprometida es aquella que cumple con sus obligaciones haciendo un poco más de lo esperado al grado de sorprendernos, porque vive, piensa y sueña con sacar adelante a su familia, su trabajo, su estudio y todo aquello en lo que ha empeñado su palabra.

El hecho de aceptar formalmente un compromiso, hace suponer que se conocen todos los aspectos, alcances y obligaciones que conlleva. Casi siempre, la falta de compromiso se debe a descuidos un tanto voluntarios, pero principalmente a la pereza, la comodidad y al egoísmo.

No basta con cumplir con lo previsto, lo estipulado, lo obvio... todo compromiso tiene muchas implicaciones, pensemos un instante en aquellos que son los más importantes que tenemos:

Como padres de familia: No basta proporcionar los medios materiales, los hijos necesitan que los padres les dediquen parte de su tiempo para jugar, conversar y enseñar.

Como hijos: Además de la sinceridad, la obediencia, la ayuda en el hogar y el esfuerzo en los estudios, los padres también necesitan cuidados, detalles de cariño y pequeños servicios, los cuales no piden y sin embargo, estarían muy agradecidos de recibirlos.

Como amigos: ¿Nuestras amistades son "utilitarias"?, es decir, si sólo recordamos a los amigos cuando algo se nos ofrece. La amistad se cultiva.

Como ciudadanos: Evitar la indiferencia, no podemos quejarnos de la situación actual del país sin hacer algo para cambiarlo.

La persona comprometida es generosa, busca como dar más afecto, cariño, esfuerzo, bienestar... en otras palabras: va más allá de lo que supone en principio el deber contraído. Es feliz con lo que hace hasta el punto de no ver el compromiso como una carga, sino como el medio ideal para perfeccionar su persona a través del servicio a los demás.

 

RESPONSABILIDAD

"La responsabilidad es una obligación, ya sea moral o incluso legal de cumplir con lo que se ha comprometido."

La responsabilidad o la irresponsabilidad  es fácil de detectar en la vida diaria, especialmente en su faceta negativa: la vemos en el albañil que no hizo correctamente su trabajo, en el joven que tiene bajas calificaciones, y en casos más graves en un funcionario público que no ha hecho lo que prometió. 

Un elemento indispensable dentro de la responsabilidad es el cumplir un deber. La responsabilidad tiene un efecto directo en otro concepto fundamental: la confianza. Ponemos nuestra fe y lealtad en aquellos que de manera estable cumplen lo que han prometido, al contrario, la perdemos.

La responsabilidad es un signo de madurez, pues el cumplir una obligación de cualquier tipo no es generalmente algo agradable, pues implica esfuerzo. La responsabilidad puede parecer una carga, y el no cumplir con lo prometido origina consecuencias. ¿Por qué es un valor la responsabilidad? Porque gracias a ella, podemos convivir pacíficamente en sociedad, ya sea en el plano familiar, amistoso, profesional o personal. La responsabilidad en su nivel más elemental es cumplir con lo que se ha comprometido.

Cuando alguien cae en la irresponsabilidad, fácilmente podemos dejar de confiar en la persona. El origen de la irresponsabilidad se da en la falta de prioridades correctamente ordenadas.

La responsabilidad debe ser algo estable. Todos podemos tolerar la irresponsabilidad de alguien ocasionalmente, pero no todos toleraremos la irresponsabilidad de alguien durante mucho tiempo.

Ser responsable es asumir las consecuencias de nuestras acciones y decisiones. Ser responsable también es tratar de que todos nuestros actos sean realizados de acuerdo con una noción de justicia y de cumplimiento del deber en todos los sentidos.

Los valores son los cimientos de nuestra convivencia social y personal. La responsabilidad es un valor, porque de ella depende la estabilidad de nuestras relaciones. La responsabilidad vale, porque es difícil de alcanzar.

Vivir la responsabilidad no es algo cómodo, como tampoco lo es el corregir a un irresponsable. Sin embargo, nuestro deber es asegurarnos de que todos podemos convivir armónicamente y hacer lo que esté a nuestro alcance para lograrlo.

Si todos hiciéramos un pequeño esfuerzo en vivir y corregir la responsabilidad, nuestra sociedad, nuestros países y nuestro mundo serían diferentes. Si, es difícil, pero vale la pena.

 

TOLERANCIA

" Hablar de tolerancia es hablar del respeto a la diferencia de ideas y posturas respecto de algún tema, o de la vida misma."

El pluralismo, la diversidad y la tolerancia son valores irrenunciables, que asumen la forma de un ideal al que aspirar, a partir del hecho evidente de que somos distintos, y hemos de respetarnos como somos, con opiniones, estilos de vida y valores diferentes.

 Debemos aprender a respetar y a convivir con quienes no piensan como nosotros, es decir, debemos propiciar la sensibilidad hacia la dignidad de la persona y su libertad. Esa sensibilidad ha aumentado mucho gracias a la mejora de la educación y a la progresiva desaparición de la miseria económica, jurídica, política y moral.

El respeto al pluralismo y a la diversidad forma parte esencial de toda verdadera cultura, por tener profundas raíces en la misma racionalidad humana.

Así es como llegamos al concepto de intolerancia. Fácilmente, ante alguien que no piensa, no actúa, no vive o no cree como nosotros podemos adoptar una actitud agresiva. Esta actitud, cuando es tomada en contra de nuestras ideas se percibe como un atropello a uno de nuestros valores fundamentales: la libertad. La intolerancia puede ser tan opresiva, que haga prácticamente imposible la convivencia humana.

 

HUMILDAD

 

"Una personalidad sencilla a veces puede pasar inicialmente desapercibida, pero su fortaleza interior y su encanto es mucho más profundo y perdurable."

Probablemente no hay nada más chocante que la personalidad de quienes se vanaglorian constantemente de sus propios logros, cualidades y posibilidades. Son aquellos que muestran sofisticada ropa de diseñador, varios automóviles exóticos, una conversación plagada de términos rimbombantes derivada de su profunda cultura, una altivez propia de la dignidad de una familia importante.

La personalidad sencilla en cambio es única, recia, sin adornos ni artificios, no le hace falta mostrar y poner en un escaparate sus posesiones y cualidades porque son evidentes y naturales. La sencillez nos enseña a saber quiénes somos y lo que podemos.

La persona humana está dotada de inteligencia, cualidades y habilidades. El progreso interno, donde nosotros crecemos es en verdad lo importante.

Con frecuencia se desvirtúa la imagen de las personas sencillas, haciéndolos sinónimo de timidez e ingenuidad, pobreza y  suciedad. La sencillez no es pobreza, es tener lo que se necesita pero sin caprichos superficiales. La sencillez no es suciedad, la pulcritud no está reñida con la humildad del corazón.

Una persona sencilla utiliza con mesura la palabra, evitando acaparar las conversaciones para convertirse en el centro de atención; del mismo modo su lenguaje es apropiado, sin recurrir en el uso de palabras cultas o rimbombantes, para formar una imagen erudita y de vasto conocimiento; en una conversación, nunca aprovechará el momento para "dar una cátedra" sobre el tema; evita hablar en todo momento de sus logros, aciertos y reconocimientos alcanzas. Lo más digno, es omitir toda manifestación ostentosa de nuestra inteligencia, habilidades y bienes materiales. La persona sencilla no se exalta ni menosprecia, aprecia a las personas por lo que son, lo cual permite un diálogo amable y una amistad sincera.

La manifestación más clara de la sencillez se encuentra en el aspecto exterior de la persona ya que viste con decoro, sin llegar a ser estrafalario y sin dejarse seducir por la exageración caprichosa de la moda; los modales distan mucho de ser artificiosos y estudiados especialmente para cada situación concreta, desde la forma de saludar, utilizar los cubiertos, etc.

 

Es cierto que todos debemos luchar por superarnos, tener una forma de vida más digna, superarnos profesionalmente, pero siempre con sencillez.

El valor de la sencillez nos ayuda a superar el deseo desmedido por sobresalir, sentirnos distinguidos y admirados no sólo por la apariencia externa. Nuestro interior, nuestro corazón es lo que verdaderamente cuenta. Una persona sencilla gana más corazones.

 

OBJETIVIDAD

 

"La Objetividad es el valor de ver el mundo como es, y no como queremos que sea."

Los seres humanos somos una compleja mezcla de sentimientos, raciocinio, experiencia y aprendizaje. Todos estos elementos pueden brindar a una persona una percepción de la realidad que puede estar equivocada.

Cuando una persona no es objetiva, se centra en las circunstancias y no en los problemas. Observa las cosas superficiales, pero no el fondo.

Ser objetivo, exige de nosotros ver los problemas y las situaciones con un enfoque que equilibre adecuadamente emoción y razonamiento. Por ello el valor de la objetividad es tan importante, porque nos permite dar su justo peso a los acontecimientos y obrar de una forma coherente.

Una de las formas más eficientes de vivir el valor de la objetividad es viendo los problemas y las situaciones desde todos los puntos de vista. En este proceso el escuchar la opinión de gente madura y desinteresada nos permite observar las cosas con menos apasionamiento y con mayor objetividad. La objetividad nos permite tomar decisiones más eficientes, mejora nuestras relaciones humanas, tiene un impacto positivo en la familia. La objetividad nos permite ser más justos con quienes nos rodean y siempre nos abre las puertas.

La lucha por ser objetivos implica el ceder un poco ese "Yo" que a veces nos pesa tanto.

Para vivir este valor siempre es conveniente escuchar atentamente, pedir consejo y considerarlo seriamente, no precipitarse en los juicios; quien es objetivo razona, observa, escucha y concluye en base a información. Una persona objetiva siempre es apreciada porque genera a su alrededor un sentido real de paz y de justicia. El valor de la Objetividad, además de ahorrarnos muchos dolores de cabeza, puede hacernos mejores personas.

 

 



 

¿Cuántas veces habéis anhelado llegar a conseguir algo? Yo en mi vida muchas veces...las malas rachas que encontré por el camino han sido desesperantes, pero bueno, la vida te enseña cosas, a veces de mejores formas y otras de peores.

A mi sobre todo me ha enseñado que hay que aprender de todo lo que nos pase y ver los fracasos como una oportunidad de encontrar algo mejor. Sé que parecerá descabellada la idea, pero debemos aprender que de todo lo malo, siempre se puede sacar algo bueno:que montes un negocio y lo tengas que cerrar, que la persona por la que darías todo decida seguir otro camino al tuyo, que planifiques un viaje y salga todo al revés... ¿Qué tiene de positivo todo eso? A primera vista, nada. Pero sí lo hay, el problema es que nunca nos han enseñado a descubrirlo. La solución siempre ha sido lamentarse, hundirse durante un tiempo y al final, poco a poco, salir adelante.  Muchas veces, el desconocimiento nos hace perdernos cosas maravillosas.

¿Y qué pasa con esa persona que decide tomar otro rumbo distinto al tuyo a pesar de que a ti te encantaría que no fuese así? Nada, no pasa nada. Quizá sea así mejor. No por ello, deja de ser una maravillosa persona. Hay que aprender a recordar todo aquéllo que te enseño mientras estuvo caminando contigo. Tristemente, la vida nos hace recorrer un camino con final, en el que conocer a mucha gente y dejar a mucha atrás. Dependiendo de las cosas que nos hayan enseñado y del cariño que les hayamos cogido, nos costará más dejarlas partir pero hay que aprender que las cosas son así. No estamos equivocados. Si han decido partir, es porque tiene que ser así. El camino está lleno de personas maravillosas, simplemente nos cuesta desprendernos de lo que nos gusta pero lo que no sabemos es seguramente algo mejor está aún por llegar.

 Quizá tengamos a nuestro lado esa puerta medio abierta dispuesta a permitirnos ver otros horizontes y no somos capaces de ello por seguir compadeciéndonos de nosotros mismos.

 

Queria dedicar este post a todas aquellas personas que han tenido que aguantar mis lloreras, mis bajones, mis alegrías...a todos los que me habéis apoyado .. Sin vosotros sé que no hubiera podido. No voy a dar nombres porque sabéis quiénes sois y lo más importante: No sois conscientes de lo mucho que significáis para mí. Os quiero muchísimo. NO LO OLVIDÉIS NUNCA.

  

Y recordad: EL TREN SÓLO PASA UNA VEZ Y VIDA SÓLO HAY UNA. Aprovechad al máximo todo lo que se cruce en vuestro camino y no dejéis de luchar por lo que verdaderamente os importa porque nunca se sabe si mañana será demasiado tarde...